Texcoco, Estado de México.- Hace unos días vecinos del municipio de Texcoco, en el Estado de México denunciaron a SUPREMO el ecocidio que el corporativo Casas ARA está protagonizando desde la construcción del fraccionamiento “en la Hacienda San Javier, Barrio Santiaguito”, al destruir los antiguos árboles que se encontraban en el predio donde aún no se culmina la edificación de las viviendas, exactamente en la calle Lerdo esquina Limón.
Dicho por los vecinos, tal acción genera severos daños a la flora y la fauna de la zona, además que se ha convertido en un factor importante para la salud de quienes habitan en los alrededores, “porque estos pirules eran los pocos árboles que nos quedaban”, señalaron.
Al referir la “actitud criminal” con la cual la constructora mató a estos ejemplares destrozándolos con maquinaria pesada, los vecinos se dicen enfadados por la negativa de estos para mantenerles el espacio de su hábitat; aunado a la nula atención por parte de estos hacia sus denuncias.
Aunque desconocen si existía un permiso de las autoridades ambientales para derribar estos viejos pirules, alzan la voz para el llamado, ya que estos árboles mantenían, de acuerdo con los vecinos, más de cinco décadas.
También, ante esta situación, los vecinos señalan que si las autoridades municipales no han tenido la atención para con los ahuehuetes milenarios, de los cuales siete están agonizando; era más complicado que cuidaran estos ejemplares de pirules, así como otros árboles dentro del municipio a los que les han realizado grandes cortes injustificados y a los que, en muchas ocasiones han maltratado y matado.
Supremo
Dicho por los vecinos, tal acción genera severos daños a la flora y la fauna de la zona, además que se ha convertido en un factor importante para la salud de quienes habitan en los alrededores, “porque estos pirules eran los pocos árboles que nos quedaban”, señalaron.
Al referir la “actitud criminal” con la cual la constructora mató a estos ejemplares destrozándolos con maquinaria pesada, los vecinos se dicen enfadados por la negativa de estos para mantenerles el espacio de su hábitat; aunado a la nula atención por parte de estos hacia sus denuncias.
Aunque desconocen si existía un permiso de las autoridades ambientales para derribar estos viejos pirules, alzan la voz para el llamado, ya que estos árboles mantenían, de acuerdo con los vecinos, más de cinco décadas.
También, ante esta situación, los vecinos señalan que si las autoridades municipales no han tenido la atención para con los ahuehuetes milenarios, de los cuales siete están agonizando; era más complicado que cuidaran estos ejemplares de pirules, así como otros árboles dentro del municipio a los que les han realizado grandes cortes injustificados y a los que, en muchas ocasiones han maltratado y matado.
Supremo
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