viernes, 21 de octubre de 2016

Cecil Duarte de Ochoa, el ‘‘hermano incómodo’’

Veracruz.- Otro familiar incómodo de Javier Duarte de Ochoa sale a relucir en la investigación que se realiza sobre los turbios negocios de Karime Macías Tubilla, sus hermanas, primas, y hasta sus progenitores, y para que la cosa sea pareja, salta el nombre de Cecil Duarte de Ochoa, quien según ha trascendido fue “operador” de los negocios y actividades políticas en la región de Córdoba. De acuerdo al portal de noticias Eje Central, del periodista Raymundo Riva Palacio, se conocen revelaciones sobre el desvío de recursos por parte de Cecil Duarte quien según Raymundo Riva Palacio “A través de la Secretaría de Educación Veracruzana, Eugenio Duarte, hermano del gobernador caído, surtía todas las despensas del sistema educativo, donde la Auditoría Superior de la Federación detectó el mayor desvío de recursos federales, no acreditado en su uso.
Otro hermano, Cecil, quien tiene más de 300 taxis en Veracruz, presuntamente manejaba las empresas fantasmas por donde comenzó la caída de Duarte. Uno más, Daniel, que vive en España y trabaja en una gasera, es el eslabón por el que están buscando cuentas bancarias y propiedades de Duarte, Mansur y el multimillonario de Córdoba, Jaime Porres, en aquella nación”. Se insiste en que Cecil Duarte “era el “operador” de todos los negocios de su hermano, además de las decisiones políticas del PRI. A través de su organización “Juventud Dinámica” el PRI-Gobierno del Estado aplicaba millonarios recursos económicos.
Asimismo, Eje Central también ha dado a conocer que Javier Duarte de Ochoa cometió otras pillerías como la compra de un yate en febrero pasado. El reportaje, titulado “El Cártel de Duarte”, indica que “Javier Duarte de Ochoa, gobernador con licencia y prófugo de la justicia, construyó en poco más de una década una red de complicidades que integró a más de 50 personas, entre familiares, amigos, servidores públicos y empresarios locales, quienes actualmente forma parte del expediente que integra la Procuraduría General de la República (PGR), por el desvío de recursos, enriquecimiento ilícito, lavado de dinero y defraudación fiscal, entre otros delitos, que superan los 3 mil millones de pesos”. Abunda que “Fue a través de esta red, la mayoría utilizados como prestanombres, en donde se ubican la madre del exmandatario, María Cecilia de Ochoa Guasti; su hermano, Daniel; su suegra, María Virginia Yazmín Tubilla Letayf; así como la hermana, Mónica Grihan; primos y tíos de su esposa, Karime Macías Tubilla, entre otros, que el matrimonio Duarte-Macías logró amasar una fortuna que por ahora ha sido contabilizada, entre operaciones bancarias y bienes inmuebles en por lo menos 3 mil millones de pesos.
Entre las propiedades se encuentran departamentos, ranchos, tiempos compartidos, yates y empresas fantasma la mayoría de ellas y a través de las cuales se hacía puenteo de dinero”. El portal también señala que “de acuerdo con el expediente de la investigación de la PGR, del cual conoció Eje Central, la operación de este tejido de vínculos y contubernios se gestó desde la incursión de Javier Duarte en el servicio público, cuando el 1 de diciembre de 2004 ingresó al gobierno de Fidel Herrera Beltrán, entonces gobernador de Veracruz, como subsecretario de Finanzas, con un sueldo mensual de 52 mil 271 pesos. Con casi 4 meses en el cargo obtuvo un ingreso aproximado, por ese tiempo laboral, de unos 209 mil 84 pesos. Sin embargo, el 29 de marzo de 2005, su esposa, Karime Macías compró una propiedad a Linda J. Mickelson en el Condado de Maricopa, Arizona en 10 dólares, incluyendo todos los impuestos, condiciones, restricciones, derechos, cuando con base en el valor catastral que dicha propiedad tenía en esa fecha era aproximadamente de 544 mil 500 dólares que, multiplicados por el tipo de cambio publicado al mes de marzo de ese año (que era de 11.29 pesos), da 6 millones 149 mil 691 pesos del valor real de esa casa”.
Asimismo, comenta que la información que obra en la carpeta de investigación indica que dicha compra representa el inicio de una serie de adquisiciones turbias por parte de los familiares y colaboradores cercanos a Duarte y su esposa, y que evidencian el hecho de que a esa fecha el exfuncionario buscado ahora por delincuencia organizada y lavado de dinero tuvo un incremento de 5 millones 940 mil 607 pesos, por encima de sus ingresos legales, por lo que resulta imposible que hubieran podido comprar ese inmueble. Uno de los argumentos de Duarte ha sido que su suegro es millonario y corresponde a él algunos de los beneficios económicos de su esposa Karime, lo cual tan solo es una mentira más, según se está descubriendo ahora.

Gobernantes

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