Xalapa, Ver.- Otro señalamiento contra Américo Zúñiga Martínez, de parte de modestos trabajadores que todos los días salen a las calles a buscar el pan nuestro de cada día sin importar el clima, y que ahora se encuentran con que no pueden vender sus gelatinas o limpiar calzado, porque el alcalde de Xalapa, siempre proclive a quedar bien con su “jefe máximo”, ha atendido la “instrucción” de este para evitar que esos modestos trabajadores “afeen” a la capital de Veracruz ahora que vendrán deportistas, periodistas, delegaciones de funcionarios y algunos turistas, y ha ordenado a su jauría integrada por personal de la Dirección Municipal de Comercio que prácticamente carguen contra ellos para “limpiar” de su presencia una ciudad parchada a la que se pretende presentar como ciudad del Primer Mundo, cuando apenas si llega a pueblote del Tercer Mundo, y no por culpa de sus habitantes, sino de autoridades descuidadas, a las que no interesa quedar bien con quien les dio su voto, sino con quien como él, supuestamente están para servir, para mandar obedeciendo, aunque hacen exactamente lo contrario. Y los modestos vendedores denuncian que desde el pasado martes 27 hay “redadas”, como si fueran peligrosos delincuentes –a esos nunca los encuentran, nadie sabe dónde se esconden-, y se han dado toda clase de abusos, como quitarles sus cajones de boleros, sus vitrinas donde expenden las gelatinas y los dulces, y si las quieren recuperar, tienen que pagar una “multa”, de 900 pesos, como si se los ganaran en una mañana. ¿No es eso abuso? ¿Esa actitud no es propia de un tirano y sus lacayos? ¿Servirá de algo ocultar la realidad de Xalapa? Ah, sí, servirá para seguir construyendo “Duartelandia”, una ciudad de fantasía que no existe más que en la mente calenturienta de unos cuantos que siempre dan la espalda a la realidad. Lástima, Américo, una decepción más que le das a tus paisanos.
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