Ciudad de México.- Estudiantes de quinto y sexto grado de primaria, así como de segundo y tercero de secundaria, tienen el perfil de los menores que “comúnmente” cometen acoso escolar o bullying en los planteles de la Ciudad de México, reveló la Secretaría de Seguridad Pública del Distrito Federal.
Leticia Varela, directora de Prevención del Delito de la corporación policiaca, explicó que esto suele ocurrir con niños de primaria, por el cambio hormonal, y su desarrollo es considerado por el resto de los alumnos como una diferencia de inferioridad.
La primaria "es una etapa en que en los niños marcan la diferencia si crecen con prontitud o si tienen exceso de peso o son delgados, o presentan acné, este cambió en el comportamiento y físico es el que suele dividir entre el agresor y la víctima”, dijo.
De acuerdo con estudios realizados por especialistas, la funcionaria capitalina abundó que respecto a los que cursan secundaria, la situación socioeconómica, intelectual, física, aunada a la relación familiar y la probable represión a ciertas conductas en su entorno familiar, acentúan que estos jóvenes se manifiesten como acosadores.
"La disfuncionalidad familiar, en la que solo existe padre o madre, o en su defecto, ninguno, y los tutores son familiares cercanos, en los que la atención es escasa, es el factor más importante que define el comportamiento del agresor", aclaró.
Leticia Varela, directora de Prevención del Delito de la corporación policiaca, explicó que esto suele ocurrir con niños de primaria, por el cambio hormonal, y su desarrollo es considerado por el resto de los alumnos como una diferencia de inferioridad.
La primaria "es una etapa en que en los niños marcan la diferencia si crecen con prontitud o si tienen exceso de peso o son delgados, o presentan acné, este cambió en el comportamiento y físico es el que suele dividir entre el agresor y la víctima”, dijo.
De acuerdo con estudios realizados por especialistas, la funcionaria capitalina abundó que respecto a los que cursan secundaria, la situación socioeconómica, intelectual, física, aunada a la relación familiar y la probable represión a ciertas conductas en su entorno familiar, acentúan que estos jóvenes se manifiesten como acosadores.
"La disfuncionalidad familiar, en la que solo existe padre o madre, o en su defecto, ninguno, y los tutores son familiares cercanos, en los que la atención es escasa, es el factor más importante que define el comportamiento del agresor", aclaró.
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