Carolina Gudiño y Víctor Hugo, viven de la mentira

Esaú Valencia Heredia/ En Misión Especial

Santa Elena, Veracruz, Veracruz. A partir de hoy Cambio Digital estará publicando una serie de reportajes realizados en la zona rural, donde la ciudadanía expresó su sentir de la actual administración municipal y quienes deseen manifestar alguna inconformidad o enviar fotografías del estado que guardan las calles, luminarias, el servicio de limpia pública y demás lo pueden hacer llegar a través del correo electrónico redaccion@cambiodigital.com.mx
Mientras tanto, pobladores de las comunidades rurales de la zona poniente de Veracruz acusaron a la alcaldesa y al que fuera el presidente del DIF municipal, Víctor Hugo Vázquez Bretón, de vivir siempre del engaño y la mentira. Ese es el sello personal de ambos.
Tan solo el pasado 26 de febrero en un evento de la Secretaría de Comunicaciones, la alcaldesa de Veracruz anunció el arranque de las obras de reconstrucción de base hidráulica y carpeta asfáltica del tramo carretero que comunica a los municipios mencionados.
En una obra que abarca más de 13 kilómetros y donde seis de estos corresponden al municipio de Veracruz, ahí se invierten cerca de 15 millones de pesos, detalló la alcaldesa Carolina Gudiño Corro, beneficiando a un importante número de familias de esta zona.
Congregaciones como Santa Elena, Santa Rita y Cabo Verde pertenecientes al municipio de Veracruz son las beneficiadas, reveló.
Sin embargo, hasta el día de hoy ni la maquinaria, ni la obra y las promesas han quedado incumplidas.Lo mismo sucede con el DIF municipal. Nunca conocieron personalmente al presidente de ese organismo y las oficinas que hay en los poblados de Cabo Verde Y Santa Rita están de adorno.
Bien lo dice en su libro “País de mentiras” la escritora Sara Sefchovich, donde hace un análisis sobre las razones por las que el sistema político funciona con mentiras y cuáles son las consecuencias que esto ha tenido y tiene para la sociedad.
Sin cortapisas, la autora concluye que la mentira está presente en el discurso público de manera deliberada, decidida, consciente y sistemática. Y lo peor del caso es que además es inevitable y necesaria.
Sefchovich indaga de dónde viene la mentira histórica, social, cultural y lingüísticamente.
Nos recuerda que sobre las mentiras ya han discernido otras lúcidas voces como la de Justo Sierra quien decía que nuestra aversión radical a la verdad era producto de nuestra educación y de nuestro temperamento, o la de Octavio Paz quien consideraba que en nosotros se había instalado la falsificación, la mentira y que vivíamos en la simulación.
Sin embargo, los mexicanos escuchamos mentiras cotidianamente en boca de: políticos, funcionarios, eclesiásticos, empresarios, comunicadores y de todo aquel cuya posición de poder le confiere ser la voz para informar, anunciar, explicar, rendir cuentas u opinar acerca de los asuntos que nos atañen como sociedad.
Este sábado y domingo se continuará con la serie periodística dando a conocer las anomalías presentadas por los pobladores de Cabo Verde y el lunes se dará espacio a las denuncias presentadas por vecinos de la comunidad de Santa Rita.

Cambiodigital