sábado, 30 de marzo de 2013

Crucifican cruelmente a Jesús en Iztapalapa

Ciudad de México.- Tras caer siete veces durante el trayecto entre la Macroplaza Cuitláhuac al Cerro de la Estrella, el Cristo de Iztapalapa cumplió ante alrededor de un millón y medio de visitantes con la 170 representación de la Pasión en la demarcación.
Por la mañana de ayer viernes, Jesús, personificado por Jesús Flores Domínguez, fue trasladado de la prisión ubicada en la casa de los ensayos, a la Macroplaza Cuitláhuac donde se encontraban los palacios de Poncio Pilatos y Herodes, a quienes la turba exigió que lo juzgaran.
Alrededor de las 13:10 horas, Cristo llega a la Macroplaza donde a pesar de que Claudia, la esposa del pretor romano, intercedió por la vida de El Salvador, pero la presión de los sumos sacerdotes del Sanedrín se impuso y el Redentor, tras ser mandado a azotar con varas espinosas, fue condenado a morir en la cruz.
Antes, a Barrabás se le dejó en libertad ante la demanda de la muchedumbre, que gritaba condenas a Jesús de Nazareth
Ante esta situación, el pretor romano se lavó las manos de la muerte de Jesús y se dirigió a la turbamulta que pedía su muerte para decirles: "La sangre de este justo, caiga como plomo ardiente sobre la conciencia de sus asesinos".
Al lavarse las manos, expresó: "Que la sangre de este justo caiga sobre sus verdugos". Después Jesús fue azotado, su cuerpo lacerado; mientras que su vestimenta quedó ensangrentada y desgarrada. Estaba listo para que los soldados romanos le impusieran una corona de filosas espinas sobre sus sienes y en torno burlesco se inclinaron ante él para decirle "Salve, Rey de los judíos".
La sentencia al Mesías fue morir en la cruz, la cual, pesaba 90 kilos, y que cargó desde la Macroplaza hasta la cima del Cerro de la Estrella.
En su calvario, su madre se le acercó para llorar con él, mientras que la turbamulta se reía; otra muerte, la Verónica se acercó con un pañuelo para secar su faz de la sangre y el sudor, pero su divino rostro quedó estampado en la tela; por ultimo, Simón de Cirene fue comisionado por los soldados romanos para ayudarlo a cargar la cruz.
Así, cerca de las 15:00 horas inició el Vía Crucis por calles de la demarcación donde fue observado por millones de visitantes que se ubicaron sobre árboles, azoteas, balcones, postes y sobre las aceras de las calles por donde el Nazareno recorría el camino hacia su destino en la cruz en el Cerro de la Estrella.
En el trayecto de 1.8 kilómetros, Jesús cargó su cruz de aproximadamente 90 kilos, con un cielo medio nublado hasta llegar al predio de La Pasión, donde lo esperaba la cruz donde sería crucificado.
Antes de la llegada del justo, Judas Iscariote (Roberto Guillén) arrojaba monedas de chocolate al público que le gritaba traidor: posteriormente se colgó de un árbol cercano a las cruces, donde el que fue su maestro moriría clavado.
Pasadas las 16:30 horas, antes de expirar Jesús expresó "todo está consumado, Padre mío en tus manos encomiendo mi espíritu", mientras los soldados romanos se jugaban sus ropas en juegos de azar.
Finalmente, durante la crucifixión, se desató un fuerte viento, el velo del templo se rasgó y el cielo se nubló amenazando con dejar caer la lluvia, con una brisa muy fina por unos minutos.
El Sol de México

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